viernes, 1 de julio de 2016

La CTA Autónoma acompaña la movilización en defensa de la educación en México

Ayer, en el marco de la tradicional ronda de las Madres de Plaza de Mayo, la CTA-A junto a la Asamblea de Mexicanos en Argentina y otras organizaciones del campo popular se movilizaron para repudiar y exigir el esclarecimiento de la masacre de Oaxaca, y el cese de las políticas neoliberales en México y Latinoamérica.

 En la actividad estuvieron presentes Carolina Ocar, secretaria de Comunicación de la CTA-A y Adolfo Aguirre, Secretario de Relaciones Internacionales. También participó de la actividad Gustavo Codas, Investigador de Paraguay del FLACSO y ex asesor internacional de la CUT Brasil.
En su intervención, Aguirre expresó su indignación y preocupación sobre la situación México, señalando que lo que está en disputa no es una reforma local o nacional: "este adoctrinamiento esta regido por políticas globales que conllevan a la mercantilización de la vida. Estos ensayos sólo pueden ser resistidos por los trabajadores, que cuando se interponen el poder económico no tiene ninguna vergüenza ni pudor en masacrar trabajadores para lograr la implementación de sus políticas neoliberales".

Los docentes de Mexico crean consenso y apoyo de los distintos sectores de la sociedad mexicana: trabajadores, estudiantes y el pueblo en su conjunto se suman a las movilizaciones de los docentes que no sólo saben educar en las aulas sino luchar en las calles y hacer política creando su propio espacio de consenso que trascendió las propias fronteras.

Esta semana en su visita a Canadá, el presidente de México tuvo que afrontar silbidos y manifestaciones de rechazo por la Masacre de Oaxaca. En Uruguay el miércoles los docente se salieron a las calles para dar su repudio. Por lo pronto en la Cuidad de México se movilizaron miles de docentes y distintas expresiones como estudiantes, trabajadores y organizaciones sociales para pedir justicia y derogar la ley de educación publica para que sea nuevamente debatida por los propios docentes. Miles de integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) marchan del Ángel de la Independencia rumbo al Zócalo.

Reportes detallan que el contingente de maestros, que se desplaza por Paseo de la Reforma, es encabezado por los líderes de la CNTE de Chiapas, Guerrero, Oaxaca y la Ciudad de México. Voceros del Gobierno de México expresaron que solo abrirán el dialogo si cesan los cortes en el sur del país; y anticipo de que ninguna manera abra cambios en la ley de educación; Por lo que la tensión crece minuto minuto no solo Oaxaca, sino en todo el país.

El conflicto

Desde el 19 de junio el pueblo mexicano en repudio de la Masacre de Oxaca, y en apoyo a los reclamos de los docentes, se encuentra movilizado cortando las principales rutas y accesos a la región y los puntos de la frontera con Guatemala. Las movilizaciones de la CNTE (Coordinadora Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación) se encuentran apoyadas por los pobladores de las zonas y son quienes realizan vigilias y relevos en cada uno de los cortes.

La CNTE convocó además a una concentración en el emblemático monumento Angel de la Independencia en la ciudad de México, donde reposan algunos héroes de la independencia. La Asamblea Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que nuclea a estudiantes y docentes mexicanos se movilizan, y se suman para rechazar las acciones violentas del gobierno de Peña Nieto contra el movimiento magisterial y su apoyo a la lucha contra la reforma educativa.

En tanto, el Gobierno en conferencia de prensa, redobló la apuesta responsabilizando a los docentes y a “grupos violentos” como culpables de los hechos, y anunciando que frenar la reforma educacional no está en la agenda y que no negociaría ninguna ley. Con esto, el gobierno intenta dilatar el conflicto para generar el desgaste primero y el desmantelamiento después de uno de los sectores más combativos del sindicalismo: CNTE y otras seccionales disidentes.

Es una operación política que combina campaña de prensa y represión, la construcción de consenso reaccionario para legitimar el uso de la violencia de Estado. Por ello el gobierno federal no se abre realmente al diálogo, trata la cuestión como de orden público, simula escuchar para fines de imagen, para ganar tiempo y seguir con su estrategia de fondo.

La reforma educativa

Los docentes desde el 2013 vienen realizando un plan de lucha contra lo que el gobierno de Enrique Peña Nieto llamó la “reforma educativa”, que es en realidad un atentado contra la educación pública laica y gratuita. Los sindicatos denuncian que dichas reformas no son modificaciones de orden magisterial, sino que es una reforma laboral, y constituye la privatización de la educación.

La meritocracia como herramienta de control, al igual que en Perú, Chile y otros países que padecieron estas reformas, da lugar a que los docentes deban ser evaluados por distintos exámenes que son calificados y en base a esa calificación pueden ser re-asignados a otro establecimiento, suspendidos o despedidos.

En caso contrario cuando “sean idóneos” obtendrán contratos de plazo fijo o por tiempo determinado con una duración de 4 años. Mediante este mecanismo, pierden los derechos laborales adquiridos y su “plaza de base”, violando con la complicidad de la corte, lo dispuesto en el artículo 14 de la Constitución (A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio de persona alguna) como también violando la libertad sindical y convenios internacionales. Desde su implementación fueron evaluados 130.000 docentes de un total de 1.200.000 y más de 20.000 docentes fueron obligados a jubilarse antes de tiempo.

La privación de educación

Las reformas de privatización de servicios esenciales como la electricidad, y ahora la búsqueda en la educación en un proceso que fue en aumento por el mandato de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) donde los representantes de los países miembros se reúnen para intercambiar información y armonizar políticas con el objetivo de maximizar su crecimiento económico y colaborar a su desarrollo. Son conocidos como el “club de los ricos”, por lo que estas directivas no son de orden local sino globales.

La ley establece la implementación de los Consejos de Participación Social, que se instalan en cada escuela, que “Da la participación a todos”, incluso los empresarios, para dirigir el plantel docente y no docente”.

La otra herramienta es la llamada “autonomía de gestión”. Este concepto contempla que cada escuela se pueda dirigir de manera independiente. Pero esa autonomía está sujeta al Consejo de Participación, que se transforma en un ente gerencial de la escuela. De esta manera, cada Consejo de Participación puede “definir cuotas elevadas, pagos de uniforme, pagos de libros de texto que no son gratuitos, cursos adicionales para los estudiantes, e incluso contratar personal adicional –no docente- de apoyo a empresas privadas. Los Consejos tienen la facultad, incluso, de evaluar, contratar y despedir docentes y personal no docente.

En esta clave en el 2009 el ex presidente de México, Felipe Calderón, aplicó un asalto militar y policíaco sobre el Sindicato Mexicano de Electricistas; fue el principio para debilitar al único verdadero oponente para abrir las puertas a la privatización del sector de energía eléctrica. Hoy la reforma educativa es la pantalla para la privatización de la educación. Los poderes fácticos a los cuales responde el gobierno de México no tienen interés en la educación ni en un supuesto recorte de presupuesto; lo que está en disputa es la educación como mercancía y la oportunidad de hacer de ella un negocio.

Esa costumbre de Matar

En 1968, en la Plaza de Tlatelolco o de las Tres Culturas se congregaron casi 50.000 estudiantes en reclamo de derechos. Pero la emboscada ya estaba orquestada, en todas las calles convergentes, aparecieron las fuerzas del ejército, rodeando la plaza. Se disparó una bengala… y la matanza comenzó. El ejercito comenzó a disparar indiscriminadamente contra los estudiantes. Casi 400 estudiantes murieron aquel día, y miles de heridos. Se quemaron gran parte de los cadáveres y los heridos fueron llevados a hospitales militares para ocultar la verdad. Ya de noche, los bomberos y la policía se encargaron, con chorros de agua a presión, de lavar todas las huellas del magnicidio en aquella plaza, dejándola impoluta para la mañana siguiente. Tantos años después, aún no se sabe de dónde partieron las órdenes.

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