Ayer, en el marco de la tradicional ronda de las Madres de Plaza de
Mayo, la CTA-A junto a la Asamblea de Mexicanos en Argentina y otras
organizaciones del campo popular se movilizaron para repudiar y exigir
el esclarecimiento de la masacre de Oaxaca, y el cese de las políticas
neoliberales en México y Latinoamérica.
En la actividad estuvieron presentes Carolina Ocar, secretaria de
Comunicación de la CTA-A y Adolfo Aguirre, Secretario de Relaciones
Internacionales. También participó de la actividad Gustavo Codas,
Investigador de Paraguay del FLACSO y ex asesor internacional de la CUT
Brasil.
En su intervención, Aguirre expresó su indignación y preocupación
sobre la situación México, señalando que lo que está en disputa no es
una reforma local o nacional: "este adoctrinamiento esta regido por
políticas globales que conllevan a la mercantilización de la vida. Estos
ensayos sólo pueden ser resistidos por los trabajadores, que cuando se
interponen el poder económico no tiene ninguna vergüenza ni pudor en
masacrar trabajadores para lograr la implementación de sus políticas
neoliberales".
Los docentes de Mexico crean consenso y apoyo de los distintos
sectores de la sociedad mexicana: trabajadores, estudiantes y el pueblo
en su conjunto se suman a las movilizaciones de los docentes que no sólo
saben educar en las aulas sino luchar en las calles y hacer política
creando su propio espacio de consenso que trascendió las propias
fronteras.
Esta semana en su visita a Canadá, el presidente de México tuvo que
afrontar silbidos y manifestaciones de rechazo por la Masacre de Oaxaca.
En Uruguay el miércoles los docente se salieron a las calles para dar
su repudio. Por lo pronto en la Cuidad de México se movilizaron miles de
docentes y distintas expresiones como estudiantes, trabajadores y
organizaciones sociales para pedir justicia y derogar la ley de
educación publica para que sea nuevamente debatida por los propios
docentes. Miles de integrantes de la Coordinadora Nacional de
Trabajadores de la Educación (CNTE) marchan del Ángel de la
Independencia rumbo al Zócalo.
Reportes detallan que el contingente de maestros, que se desplaza por
Paseo de la Reforma, es encabezado por los líderes de la CNTE de
Chiapas, Guerrero, Oaxaca y la Ciudad de México. Voceros del Gobierno de
México expresaron que solo abrirán el dialogo si cesan los cortes en el
sur del país; y anticipo de que ninguna manera abra cambios en la ley
de educación; Por lo que la tensión crece minuto minuto no solo Oaxaca,
sino en todo el país.
El conflicto
Desde el 19 de junio el pueblo mexicano en repudio de la Masacre de
Oxaca, y en apoyo a los reclamos de los docentes, se encuentra
movilizado cortando las principales rutas y accesos a la región y los
puntos de la frontera con Guatemala. Las movilizaciones de la CNTE
(Coordinadora Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación) se
encuentran apoyadas por los pobladores de las zonas y son quienes
realizan vigilias y relevos en cada uno de los cortes.
La CNTE convocó además a una concentración en el emblemático
monumento Angel de la Independencia en la ciudad de México, donde
reposan algunos héroes de la independencia. La Asamblea Universitaria de
la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que nuclea a
estudiantes y docentes mexicanos se movilizan, y se suman para rechazar
las acciones violentas del gobierno de Peña Nieto contra el movimiento
magisterial y su apoyo a la lucha contra la reforma educativa.
En tanto, el Gobierno en conferencia de prensa, redobló la apuesta
responsabilizando a los docentes y a “grupos violentos” como culpables
de los hechos, y anunciando que frenar la reforma educacional no está en
la agenda y que no negociaría ninguna ley. Con esto, el gobierno
intenta dilatar el conflicto para generar el desgaste primero y el
desmantelamiento después de uno de los sectores más combativos del
sindicalismo: CNTE y otras seccionales disidentes.
Es una operación política que combina campaña de prensa y represión,
la construcción de consenso reaccionario para legitimar el uso de la
violencia de Estado. Por ello el gobierno federal no se abre realmente
al diálogo, trata la cuestión como de orden público, simula escuchar
para fines de imagen, para ganar tiempo y seguir con su estrategia de
fondo.
La reforma educativa
Los docentes desde el 2013 vienen realizando un plan de lucha contra lo
que el gobierno de Enrique Peña Nieto llamó la “reforma educativa”, que
es en realidad un atentado contra la educación pública laica y
gratuita. Los sindicatos denuncian que dichas reformas no son
modificaciones de orden magisterial, sino que es una reforma laboral, y
constituye la privatización de la educación.
La meritocracia como herramienta de control, al igual que en Perú,
Chile y otros países que padecieron estas reformas, da lugar a que los
docentes deban ser evaluados por distintos exámenes que son calificados y
en base a esa calificación pueden ser re-asignados a otro
establecimiento, suspendidos o despedidos.
En caso contrario cuando “sean idóneos” obtendrán contratos de plazo
fijo o por tiempo determinado con una duración de 4 años. Mediante este
mecanismo, pierden los derechos laborales adquiridos y su “plaza de
base”, violando con la complicidad de la corte, lo dispuesto en el
artículo 14 de la Constitución (A ninguna ley se dará efecto retroactivo
en perjuicio de persona alguna) como también violando la libertad
sindical y convenios internacionales. Desde su implementación fueron
evaluados 130.000 docentes de un total de 1.200.000 y más de 20.000
docentes fueron obligados a jubilarse antes de tiempo.
La privación de educación
Las reformas de privatización de servicios esenciales como la
electricidad, y ahora la búsqueda en la educación en un proceso que fue
en aumento por el mandato de la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE) donde los representantes de los países
miembros se reúnen para intercambiar información y armonizar políticas
con el objetivo de maximizar su crecimiento económico y colaborar a su
desarrollo. Son conocidos como el “club de los ricos”, por lo que estas
directivas no son de orden local sino globales.
La ley establece la implementación de los Consejos de Participación
Social, que se instalan en cada escuela, que “Da la participación a
todos”, incluso los empresarios, para dirigir el plantel docente y no
docente”.
La otra herramienta es la llamada “autonomía de gestión”. Este
concepto contempla que cada escuela se pueda dirigir de manera
independiente. Pero esa autonomía está sujeta al Consejo de
Participación, que se transforma en un ente gerencial de la escuela. De
esta manera, cada Consejo de Participación puede “definir cuotas
elevadas, pagos de uniforme, pagos de libros de texto que no son
gratuitos, cursos adicionales para los estudiantes, e incluso contratar
personal adicional –no docente- de apoyo a empresas privadas. Los
Consejos tienen la facultad, incluso, de evaluar, contratar y despedir
docentes y personal no docente.
En esta clave en el 2009 el ex presidente de México, Felipe
Calderón, aplicó un asalto militar y policíaco sobre el Sindicato
Mexicano de Electricistas; fue el principio para debilitar al único
verdadero oponente para abrir las puertas a la privatización del sector
de energía eléctrica. Hoy la reforma educativa es la pantalla para la
privatización de la educación. Los poderes fácticos a los cuales
responde el gobierno de México no tienen interés en la educación ni en
un supuesto recorte de presupuesto; lo que está en disputa es la
educación como mercancía y la oportunidad de hacer de ella un negocio.
Esa costumbre de Matar
En 1968, en la Plaza de Tlatelolco o de las Tres Culturas se
congregaron casi 50.000 estudiantes en reclamo de derechos. Pero la
emboscada ya estaba orquestada, en todas las calles convergentes,
aparecieron las fuerzas del ejército, rodeando la plaza. Se disparó una
bengala… y la matanza comenzó. El ejercito comenzó a disparar
indiscriminadamente contra los estudiantes. Casi 400 estudiantes
murieron aquel día, y miles de heridos. Se quemaron gran parte de los
cadáveres y los heridos fueron llevados a hospitales militares para
ocultar la verdad. Ya de noche, los bomberos y la policía se encargaron,
con chorros de agua a presión, de lavar todas las huellas del
magnicidio en aquella plaza, dejándola impoluta para la mañana
siguiente. Tantos años después, aún no se sabe de dónde partieron las
órdenes.
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