El Premio Nobel y presidente de la
Comisión Provincial de la Memoria (CPM), Adolfo Pérez Esquivel, encabezó
el martes pasado una inspección al Instituto de Menores de Pablo
Nogués. Pérez Esquivel y la comitiva que lo acompañó aseguraron que el
lugar es un “depósito del que salen para reincidir”, pero que es algo
que se repite y es estructural en el resto de los institutos de la
Provincia.
Algunos de los casos que se monitorean y
abordan son los casos de golpes a los jóvenes, las desatenciones
médicas, la falta de acceso a instancias educativas y el aislamiento
constante. Además, de las cuestiones edilicias. “Ponemos en conocimiento
de estas cuestiones a los operadores judiciales, que son los
responsables de las detenciones de estas personas, y también a lo que es
ahora el organismo provincial para la Niñez”, explicó Fabián Bernal de
la Comisión Provincial de la Memoria a FM La Uni.
Además de Pérez Esquivel, visitaron el
lugar otros integrantes de la Comisión, como Víctor De Gennaro y la
directora general, Sandra Raggio. Se trató de una de las inspecciones
programadas por el programa del Comité Contra la Tortura, que se ocupa
de observar las condiciones de vida en los distintos lugares de
encierro.
“No hay un proyecto de trabajo con estos
jóvenes, para que cuando salgan tengan alguna otra tarea. Pérez
Esquivel y De Gennaro marcaron que prácticamente es un depósito del que
salen para reincidir. No tienen otra herramienta, el sistema no brinda
ningún otro tipo de tratamiento más que el encierro permanente, el
maltrato y la desatención de derechos”, dijo Bernal sobre la visita al
Instituto de Pablo Nogués. Y responsabilizó al Estado provincial porque
es el que tiene el resguardo de los adolescentes.
En junio pasado, el Instituto de Menores de Pablo Nogués fue noticia cuando se supo que uno de sus ex internos, un joven de 17 años apodado Masita, dos semanas después de salir asesinó a David Varlotta – vecino de Villa de Mayo- para robarle el auto en la puerta de su casa.
Bernal contó que existe un problema estructural con los institutos de menores: “En la provincia hay aproximadamente 600 jóvenes y la preocupación que tenemos nosotros como Comisión es que estos lugares cada vez se asemejan más a las cárceles, con dispositivos de encierro muy similares”. El inspector detalló que existe mucha falta de comunicación entre los jóvenes con sus defensores y falta de información sobre sus causas judiciales. “Es una estructura del sistema que se encarga de vulnerar los derechos de los jóvenes. Se prioriza el encierro antes que otros dispositivos de promoción y protección”. Además, Bernal denunció que se encontraron jóvenes menores a 16 años, lo que representa “bajar la imputabilidad de los jóvenes”.
Bernal aseguró que si bien no tienen
conocimiento de situaciones de torturas en el Instituto de Pablo Nogués,
de “ninguna manera pueden tomarlo como un instituto modelo”.
La CPM también había mostrado
preocupación meses atrás, cuando un joven de 16 años apareció ahorcado
en su celda. “No se trata de sucesos aislados, sino que se dan en
diversos institutos de la Provincia”, apuntó Bernal.
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